Joven,
oh, que gracia sería para ti
poder leer la mente de un anciano triste
que lleno de remordimiento por su fútil vida,
y quemado por una mortal agonía,
llora su fracaso.
O leer la mente de un anciano venerable
vestido de luz
que sereno, puro y sin miedo,
goza una plenitud Infinita
Ah, ¡Cómo todo en ti cambiaría!
¡Actúa,
no dejes pasar este momento,
haz algo grande a tu paso
que la vida es corta,
y que no siempre se llega a la vejez!
Perdona muchacho,
perdona estas inútiles palabras de esperanza de un poeta
que ya sabe que tú repetirás los errores de tus padres,
hasta el final de los tiempos.
Acerca del autor: Dada Japamantra
Motivador, profesor de meditación, líder humanitario, mentor y consejero espiritual. Centro mis actividades y existencia en el lema “Auto-realización y Servicio a la Humanidad.” Como monje y misionero, me dedico solamente a la misión de ayudar a las personas a desarrollar su Infinito potencial interior y a contribuir al bienestar universal.
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