¿Qué harías si improvisamente te encontraras solo(a) en una hermosa isla desierta, con buena comida y agua pura?
No habría electricidad, computador, celular, Internet, ni sonidos de la ciudad, voces, gritos, pitos, buses, equipos ruidosos…
…habría sólo el sonido del mar, del viento, de los pájaros, de la naturaleza… y mucho SILENCIO.
Pero imagínate, ya no tendrías a nadie a quien cuidar o servir, nadie con quien hablar o compartir, nada para organizar o trabajar, nada que vender o influenciar. Y no tendrías ninguna necesidad de tener dinero o de comprar nada, ninguna necesidad de arreglarte para aparentar o mostrarte, ya no deberías aceptar opiniones e imposiciones de nadie… y no tendrías nada que hacer o de que preocuparte…
¡Ah! Eso sí, te tendrías a ti mismo(a), y TODO tu tiempo, 24 horas diarias… completicas, completicas…
¿Qué harías?
Ya sin celular, y sin la excusa de que no tienes tiempo, ¿Cómo te cuidarías físicamente? ¿Cómo conversarías contigo mismo(a)? ¿Qué te dirías?
¿Escogerías la vía del sabio(a), o la vía del miserable golpeado(a) por la vida?
¿Aprovecharías esa oportunidad para dedicarte a tu Ser, a tu meditación y tus prácticas espirituales, y vivirías más y más en el ‘presente’, en el ‘ahora’?
¿O te abandonarías al pesar por ti mismo(a), a la mala suerte que tuviste, al sufrimiento de estar solo(a), a la falta que te harían tus seres amados, tus cosas o vieja vida? ¿Y te dejarías torturar por tu mente con un chateo constante y ruidoso que no te permitiría vivir? ¿Vivirías en un pasado que ya no existe, y te desesperarías, deprimirías, y tal vez te volverías loco(a)?
Pero —porque CREO EN TI— digamos que sí, digamos que ya has aprendido que tú NO eres tu mente, que has entendido quién eres, y que tu mente es fuerte y está a tu servicio. Entonces meditarías dos veces al día (una hora a la vez) y, porque tendrías mucho tiempo, harías no una, sino dos veces al día las Asanas (ejercicios psico-físicos del Hatha Yoga).
Y mira tú, aun haciendo todo eso bien, gastarías sólo 4 horas para tus prácticas espirituales que, con las 6 horas de sueño, darían un total de 10 horas.
¿Qué harías las 14 horas restantes?
Digamos que gastarías una hora más en la playa y nadando, y tres horas para buscar comida, y comer. Y tendrías siempre 10 horas más…
¿Cómo matarías el tiempo?
¿Difícil verdad?
PERO tranquilo(a), no creo que lo que te acabo de contar te pasará. Lo más natural es que continúes con tu vida diaria, familia, amigos, cosas y trabajo, la vida de siempre.
Lo que sí no cambiaría eres tú, con sus 24 horas para gastar diariamente.
¿Cómo usas tus preciosas 24 horas, horas que NUNCA MÁS regresarán a ti?
¿De verdad, de verdad, de verdad, me quieres decir que no puedes REGALARTE dos horas de tus 24 PARA TI, para tu elevación espiritual y bienestar integral?
Repito, con otras palabras,
¿De verdad, de verdad, de verdad, me quieres hacer creer que NO TIENES 30 minutos dos veces al día para tu FELICIDAD SUPREMA, y otra hora para hacer unos ejercicios que te van a mantener SALUDABLE y LONGEVO(A)?
¡NO TE CREO!
Acerca del autor: Dada Japamantra
Motivador, profesor de meditación, líder humanitario, mentor y consejero espiritual. Centro mis actividades y existencia en el lema “Auto-realización y Servicio a la Humanidad.” Como monje y misionero, me dedico solamente a la misión de ayudar a las personas a desarrollar su Infinito potencial interior y a contribuir al bienestar universal.
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