Desde que naciste te han dicho que eres una ‘niña’, y es así como te han entrenado…y programado.

Te vistieron con colores rosados y suaves, y todavía bebé, y para que fueras más linda, te hicieron unos dolorosos huecos en las orejas…y te compraron muñecas, juguetes de loza y estufas para aprender a ser ama de casa y mamá, y te enseñaron a sacudir, trapear y mantener ordenado el hogar…

…Y te enseñaron a estar tranquilla y callada…

…Y, si tuviste la suerte de ser educada, te enseñaron a ser juiciosa, ordenada, y la mejor estudiante, y se sorprendían cuando sólo lograbas estar entre las primeras…

…Y cuando llorabas y mostrabas tus sentimientos y emociones, te miraban resignados como se mira a una ‘niña’, porque sólo las ‘niñas’ lloran…

…Y cuando veías a alguien sufrir y se te encogía el corazón, te decían que debías cuidar tu interés y que la compasión empañaba la razón y que te habría estorbado en la vida…

…Y te enseñaron que la vulnerabilidad era debilidad…(Lee: El Poder de la Vulnerabilidad)

…que no era bueno ser diferente…y que tu intuición era pura fantasía, y que no confiaras en ella…

…Y si tuviste un papá que te amó mucho, él mismo te enseñó que, tal como tu mamá, DEBÍAS ser una buena mujer…y una madre y esposa ideal…

…Y que DEBÍAS encontrarte un buen hombre que te cuidaría para así él poder descansar en paz…

…Y te enseñaron que DEBÍAS ser temerosa de Dios, y aceptar TODO lo que Él te dijera…y así usaron las religiones para hacerte sentir inferior, para asustarte, y para venerar al macho que escogiste, o que tu padre escogió para ti…

…Y un día te encontraste un hombre y te enamoraste de él…y el día del matrimonio tu papá –que había sido el responsable de ti- simbólicamente te acompañó hasta el altar mayor de tu iglesia o templo y –en frente de Dios- te entregó a tu nuevo ‘amo’…y tú, todavía sin darte cuenta, y feliz con tu vestido blanco comprado por papá, aprobada por todos tus amigos y familia, entregaste tus derechos de mujer a ese desconocido…

 

…Y así, sin tú tener la culpa, ni darte cuenta, creciste con la idea de que DEBÍAS ser como todos se esperaban que fueras, y de que como mujer eras débil, dependiente y siempre necesitada de la protección de un hombre…

…Y muy pronto aprendiste que cuando te rebelabas y gritabas para ser tú misma, ya nadie te sonreía o te alababa y, por el contrario, eras castigada y regañada…y eso te convenció de que tu felicidad dependía de las sonrisas y de la aprobación de los demás y que debías cumplir con lo que te pedían ser y hacer…

¿Algo parecido en tu vida?

En el imaginario colectivo (creado por los hombres) una mujer es un ser débil, necesitado, sentimental, que llora mucho, que gesta y cría a los hijos, que sirve para cocinar, lavar, limpiar, arreglar el hogar y, además, siempre disponible, es una bomba sexual de su ‘único’ macho…

¡DESPIERTA!

¡DES-PIER-TA!

¡Estamos en el siglo 21 y YA entramos en el TERCER MILENIO!

¡Suelta para siempre esos cuentos de la Edad Media!

¿TODAVÍA TE LOS ESTÁS COMIENDO?

Te han hecho creer que vales menos, que eres incompleta, que no puedes tomar tus propias decisiones…

PERO…¿Lo eres de verdad?

Y si recientemente has empezado a pensar, a empoderarte, a ser tú misma…¿Cómo han reaccionado?

…Que te pareces a un hombre…y cuando manejas bien te dicen que te pareces a un camionero…y cuando –pecado capital- le ganas a un hombre en algo, así sea sólo en un videojuego, te dicen que eres demasiado masculina…y te miran como poniendo en duda tu sexualidad…

…Y si hablas de igualdad de derechos te etiquetan de ‘feminista’…

Pues sí, tienen razón… 😉 ¿Cómo se te ocurre retar el poder de un macho, aunque sea un idiota?

Mírate por un momento…

Es cierto, ERES UNA MUJER pero eso NO significa que eres inferior.

¡No, eres sólo diferente porque ERES UNA MUJER! 🙂

 ¡Piensa! Si los hombres crean un parámetro que dice: ‘Todo lo que no es como nosotros NO es bueno’, automáticamente tú ya estás fuera. Y, si tú te crees esa mentira, nunca podrás apreciar las cualidades de mujer que un hombre NUNCA podrá ni tener, ni imaginar…

Como MUJER, eres un ser sensible, vulnerable, sientes compasión, a veces eres intensa, amas relacionarte con los demás, te encanta hablar, sentirte amada, protegida…y eres emocional…porque esa es tu energía…

…PERO esa es TAMBIÉN tu FUERZA, TU BELLEZA, TU PODER… 

…Y eres COMPLETA en ti misma…

…porque ERES UNA MUJER.

Y es cierto, físicamente eres diferente a un hombre…nadie con sano juicio podría opinar lo contrario…. 😉 Pero esas diferencias están en el cuerpo, que es una simple cáscara de mente y Ser…

Mentalmente, aunque eres más sentimental y un hombre es más racional, eres igual a él…A nivel espiritual, NO hay NINGUNA diferencia. Y cuando te hablan de Dios, ¿De cuál Dios se está hablando? ¿Acaso Dios es parcial y creó a sus hijas para verlas sufrir? ¿Es ese un Padre Amoroso?

Entonces, ¿por qué no te sientes completa en ti misma?

¡VALÓRATE como MUJER, ACÉPTATE,y siéntete COMPLETA!

El Mundo, y tu Felicidad, están TAMBIÉN en tus manos…

(Lee: El Despertar de la Mujer)

No OLVIDES que el INFINITO está YA en ti…¡Descúbrelo!

PS – Más adelante, cuando tenga menos presión de trabajo, escribiré algo sobre nosotros pobres hombres… 😉 y sobre cómo podemos integrar nuestras cualidades y humanidad para crear una simbiosis entre mujeres y hombres que nos ayudará a ser siempre más felices…